Film / Fotolito / Película
Este es un artículo dirigido a un sector concreto de la serigrafía y tampografía. Nos referimos al sector de los pequeños talleres, y en algún caso a los de tamaño medio, que precisen una
producción propia de fotolitos, fiable, rápida y de calidad suficiente. Es obvio que el sector de gran volumen adopta, o puede adoptar, soluciones a través de los sistemas fotomecánicos que por su coste resultan inasequibles a los pequeños talleres. El precio de las filmadoras acostumbran a ser un obstáculo insalvable para muchos.
Durante muchos años conseguir el fotolito ha sido un problema, comenzando con el dibujo y
separación de colores de la imagen, y siguiendo en su conversión en films opacos. Para obtener el dibujo, se partía de dos situaciones básicas:
a) El taller a través de uno de un empleado especialista, creaba sus originales dibujando con
tinta opaca sobre materiales translúcidos .
b) Se encargaban los fotolitos a talleres especializados que, habituado a procesos fotomecánicos
para las imprentas, facilitaban con relativa facilidad los originales requeridos por el serígrafo.
La entrada en el mercado de las nuevas tecnologías de dibujo a través de ordenador, ha
significado un cambio decisivo en todos los talleres gráficos. La figura del dibujante clásico
prácticamente ha desaparecido, siendo sustituida por la de personas que dibujan con los modernos programas (PhotoShop, Corel Draw, Freehand, etc.).
No obstante, sea cual sea la técnica y programa seleccionados para la creación y manipulación
de la imagen, el resultado final depende de la impresora utilizada para plasmar la imagen. En los
últimos años, ha sido práctica habitual imprimir los fotolitos a través de una impresora láser sobre poliéster, en general, translúcido. Esta técnica excelente en cuanto a definición y resolución, tiene dos problemas: falta de opacidad y problemas de registro.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.> La opacidad que permiten las impresoras láser es insuficiente para los trabajos de calidad. A pesar de la ayuda que se le concede a través de líquidos y sprays opacantes, el resultado final es mediocre.
> La impresión láser se basa en un proceso térmico, que provoca, aún en el caso de soportes
excelentes, variaciones y ondulaciones en dicho soporte. Estas variaciones, impiden un registro
adecuado y hacen inviable la obtención de buenos fotolitos en trabajos multicolores.
Pero la tecnología no cesa, y en los últimos tiempos se ha iniciado un cambio, pasando a
imprimir fotolitos mediante sistema “Ink-Jet”. Este sistema precisa un soporte especial (poliéster con capa receptiva), pero concede una opacidad perfecta, si se utilizan films adecuados, y una
precisión total en el registro. No olvidemos que éste es un sistema en frío, por lo tanto el soporte no sufre deformaciones.
Como todo, el sistema también tiene sus inconvenientes: el precio superior del soporte y la
resolución algo inferior. Con una impresora adecuada, de 1.440 dpi., por ejemplo, la resolución es ya muy alta.
No olvidemos, que con el sistema “Ink-Jet” se pueden realizar impresiones en pequeño formato
usando impresoras de bajo coste y se pueden obtener fotolitos en gran formato usando los plotters adecuados.